Presentación
Algunas tardes, sobre todo las de invierno en las que se sale
poco, y no sabe uno muy bien que hacer, aparte de mirar la televisión y leer,
pues decide hacer algún tipo de dulce. En esta ocasión he optado por hacer rosquillas
de anís y limón que, para acompañar a una merienda pues, que no está nada mal.
En esta ocasión me han salido bastante esponjosas y es por ello que hasta pensé
en bautizarlas “rosquillas esponjosas”. Como de costumbre comparto la receta
contigo y te animo a que las hagas.
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Dificultad
Ingredientes (salen sobre 30)
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3 huevos
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500 g harina
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1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
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6 cucharadas azúcar
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Ralladura de un limón
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El zumo de 1/2 naranja
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1/2 vaso de anís
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1 yogurt natural
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1 puñadito de matalahúva
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1 sobre de levadura química
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Aceite para freír
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Azúcar para rebozar
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Fríe la matalahúva
y deja enfriar el aceite
En un bol grande
pones los huevos y los bates.Pon el azúcar y continúa
batiendo.
Una vez hayas
batido bien añades el zumo de naranja, la ralladura de limón, el yogurt el anís y el aceite.
Pon la levadura en
la harina, mezclas bien e incorpora la harina tamizada poco
a poco.
Amasa bien la mezcla
hasta que quede blandita.
Cuando la
consistencia de la masa permita que no se te pegue a los dedos, pon harina
sobre la encimera, te untas las manos con aceite y amasas durante un rato.
Envuelve la masa en
un paño y déjala reposar 1/2 hora.
Con la masa haz
bolitas, le metes el índice en el centro y haces un agujero. Ya tienes tu
rosquilla lista para freír.
Ahora las fríes en
aceite medianamente caliente. Una vez fritas las pones sobre papel absorbente y
seguidamente las rebozas en azúcar.